Un grupo de jóvenes innovadores argentinos, agrupados bajo el nombre de Inventu Ingeniería, y junto a la Universidad Nacional de Rosario de Argentina están terminando el prototipo de un respirador artificial de “bajo costo, específico para combatir al COVID-19 y que sea fabricable en escala”.
Hoy en este tiempo que nos estamos enfrentando a un virus poderoso, un respirador artificial se a vuelto la joya más preciada. La experiencia de España e Italia nos demuestra que uno de los puntos débiles de los sistemas de salud es la falta de camas de terapia intensiva y de equipos de respiración asistida para tratar a los pacientes contagiados que desarrollan enfermedades pulmonares severas.
Por ello unos jóvenes de distintas especialidades de la ingeniería crearon este respirador artificial de bajo costo para combatir el coronavirus. A continuación les presentamos un resumen de la entrevista hecha por Infobae a estos jóvenes innovadores quienes además ganaron el 1er y 2do premio en la Hackathon de Transporte Público en Dubai, en 2018. El 1er premio en la Hackathon Nacional de Transporte Publico Rosario, Argentina en 2017. Y el premio de Google.org Awards por Innovación en TikkumOlam Makers (TOM) Makeathon, San Francisco, en 2015.

-¿Cómo se les ocurrió?
–Vimos la faltante de equipos médicos, y empezamos a ver cómo lo podíamos fabricar respiradores. Nos dimos la cabeza contra la pared cuando descubrimos que acá (Argentina) no había insumos medicinales para hacerlos. Entonces dijimos ‘¿qué pasa si los podemos fabricar con componentes industriales standard, que abundan, como la médica, petroquímica, metalmecánicas, agroindustria, transporte, por ejemplo, donde se consiguen componentes fácilmente. Entonces, pensamos en hacer el respirador con los componentes que sobran en el mundo, y no con los que faltan, así lo podríamos replicar.
-¿Son todos elementos nacionales?
-Hay importados, pero no son de equipamientos médicos. Para darte un ejemplo, si hoy buscás ese medidor de flujo para la velocidad del aire del que te hablé, que funciona con un electrodo caliente, un elemento e súper precisión, no lo vas a poder comprar. Querés buscar una válvula reguladora de aire a baja presión que sea de grado sanitario, tampoco vas a encontrar. Antes que entre Alemania en lock down te las daban en sesenta días, y ahora que ellos también entraron en cuarentena seguramente los plazos son infinitos.
-¿Y con qué lo reemplazás?
-Ese es el paradigma que tenemos. No es nuestra intención fabricarlos en serie, sino hacer el prototipo y mejorar el producto cada vez más, verificarlo por ANMAT y hacer que lo produzcan las industrias de nuestro país, que hay miles que están paradas. No son las que hacen equipamiento médico, que hoy están saturadas, pero lo pueden hacer perfectamente. Tienen una capacidad productiva inmensa y eso es lo que nosotros queremos aprovechar.

-¿Es muy caro producir estos respiradores?
-Mirá, el número final no lo tenemos. Pero está muy abajo del respirador que se ve hoy en el mercado. Porque, otra cosa, esto es exclusivo para COVID-19. Y está pensado para producirse con elementos standard, entonces baja el costo.
-¿Lo diseñaron sólo para esta emergencia?
-El que está en el mercado sirve para todas las patologías. Nosotros relevamos las necesidades con especialistas respiratorios, preguntamos qué necesitan para tratar al COVID-19, y eso fue lo que aplicamos en el aparato. Es totalmente funcional. Y además, está automatizado todo lo posible por la falta de personal médico que puede haber.
-¿Cómo es eso?
-Hay un montón de respiradores que dependen que una persona esté cerca, manipulandolo. Nuestro equipo no requiere de personal al lado. Armamos todo un sistema de alarmas predictivas del paciente, para que “llame” al médico sólo lo necesario, y si no hay un ruido, significa que el enfermo está estable. Cualquier cambio, si mejora o empeora, nuestro equipo avisa. Siempre hablando de la capacidad pulmonar, porque este equipo no mide otras variables.
-¿Cuales son esas características que debía tener para COVID-19?
-Tiene que ver con la forma de ventilar, con los entubamientos, la presión final de expiración del pulmón. Es un equipo completo.
-¿Cuándo se puede empezar a producir?
-Nosotros estamos corriendo contra reloj, sin parar. Hemos empezado la comunicación con las grandes empresas del país. Tenemos conferencias con Arsat, con Fabricaciones Militares, estamos contactando a la industria local. Todo esto, claro, debe tener la aprobación de ANMAT. Estamos tratando de llegar más rápido que el coronavirus, así que todo esto puede estar en una semana.
-¿En cuánto tiempo se hace un respirador?
-Es sumamente rápido. Podés sacar cien por día. Nosotros no tenemos la capacidad, somos un laboratorio de desarrollo. El desafío y el foco es lograr que las industrias del país puedan colaborar con esto. Tengo veinte mails sin leer de los que se ofrecen. Uno te puede hacer 50 por día, otro 100… Y sumás todas, la capacidad productiva del país es altísima. La hipótesis es que funcione con componentes de la industria tradicional, porque si necesitás una válvula alemana, hoy no te la hace nadie. Así que esto apunta a la salud, y a levantar la industria local.
Fuente: infobae.com
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